La niña dijo que los abusos se prolongaron durante casi un año en 2008 y 2009
T. Ramos / Cádiz | Actualizado 12.11.2010 - 05:01 El fiscal solicita diez años de prisión para un acusado de abusar sexualmente de una sobrina con la que coincidía en una casa familiar los fines de semana en Barbate. Los hechos que juzgará el próximo martes la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz ocurrieron entre el verano de 2008 y la Semana Santa de 2009. La supuesta víctima tenía entonces diez años de edad.
La Fiscalía pide al tribunal que condene al procesado a indemnizar a la niña con 24.000 euros. También que le prohiba aproximarse a ella durante 13 años.
El escrito de calificación provisional del fiscal explica que los abusos se repitieron prácticamente todos los fines de semana hasta que la menor no soportó más y decidió contarle a su madre lo que le estaba sucediendo.
El procesado procuraba quedarse a solas con la niña, relata el fiscal, y en otras ocasiones abusaba de ella mientras el resto de la familia dormía. El hombre le decía a la menor que si lo contaba no la creerían y también que él iría a la cárcel y ella a un reformatorio, agrega el escrito de acusación, que relata diferentes modos en que el procesado abusaba de su sobrina, a la que en alguna ocasión llegó a intentar penetrar.
La Fiscalía ha calificado provisionalmente los hechos como un delito continuado de abuso sexual en el que concurre la agravante de abuso de confianza.
La Audiencia condenó el pasado junio a un vecino de Cádiz a diez años de prisión porque consideró probado que durante unos años abusó sexualmente de una niña de la que se ocupaba tras la muerte de un familiar. Los abusos comenzaron cuando la menor tenía entre 8 y 10 años de edad y se prolongaron hasta los 13, explicaba la sentencia. El procesado, que superaba los 60 años de edad, negó lo relatado por la joven y atribuyó su acusación a una venganza. El tribunal estimó en cambio que la víctima decía la verdad. La sentencia se apoyó fundamentalmente en el testimonio de la joven, que los magistrados vieron "fiable y sólido".
En octubre del año pasado, el Tribunal Supremo ratificó una sentencia de la Audiencia que impuso 7 años de prisión a un hombre por abusar sexualmente de su hija, de seis años de edad. El hombre admitió que le tapó los ojos a la niña y que le dio a probar biberones pero dijo que era un juego inocente malinterpretado. La menor contó que entre los biberones había un aparato que le dio asco. La sentencia afirma que era el pene del procesado.
Fuente: Diario de Cádiz
La Fiscalía pide al tribunal que condene al procesado a indemnizar a la niña con 24.000 euros. También que le prohiba aproximarse a ella durante 13 años.
El escrito de calificación provisional del fiscal explica que los abusos se repitieron prácticamente todos los fines de semana hasta que la menor no soportó más y decidió contarle a su madre lo que le estaba sucediendo.
El procesado procuraba quedarse a solas con la niña, relata el fiscal, y en otras ocasiones abusaba de ella mientras el resto de la familia dormía. El hombre le decía a la menor que si lo contaba no la creerían y también que él iría a la cárcel y ella a un reformatorio, agrega el escrito de acusación, que relata diferentes modos en que el procesado abusaba de su sobrina, a la que en alguna ocasión llegó a intentar penetrar.
La Fiscalía ha calificado provisionalmente los hechos como un delito continuado de abuso sexual en el que concurre la agravante de abuso de confianza.
La Audiencia condenó el pasado junio a un vecino de Cádiz a diez años de prisión porque consideró probado que durante unos años abusó sexualmente de una niña de la que se ocupaba tras la muerte de un familiar. Los abusos comenzaron cuando la menor tenía entre 8 y 10 años de edad y se prolongaron hasta los 13, explicaba la sentencia. El procesado, que superaba los 60 años de edad, negó lo relatado por la joven y atribuyó su acusación a una venganza. El tribunal estimó en cambio que la víctima decía la verdad. La sentencia se apoyó fundamentalmente en el testimonio de la joven, que los magistrados vieron "fiable y sólido".
En octubre del año pasado, el Tribunal Supremo ratificó una sentencia de la Audiencia que impuso 7 años de prisión a un hombre por abusar sexualmente de su hija, de seis años de edad. El hombre admitió que le tapó los ojos a la niña y que le dio a probar biberones pero dijo que era un juego inocente malinterpretado. La menor contó que entre los biberones había un aparato que le dio asco. La sentencia afirma que era el pene del procesado.
Fuente: Diario de Cádiz
