La Audiencia juzga desde ayer a un veintena de personas para la que la Fiscalía solicita entre 4 y 10 años de cárcel · Cinco procesados, la mayoría en prisión preventiva, pactan penas de hasta tres años y ocho meses
A.Ruiz / Cádiz | Actualizado 23.11.2010 - 05:01 La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial comenzó a juzgar ayer a un total de 20 acusados de tráfico de drogas tras un alijo de más de 500 kilos de hachís de Barbate, de los que ocho se encuentran en prisión preventiva. La incautación se produjo en octubre de 2008 después de que la patera donde supuestamente transportaban la droga naufragara por el estado de la mar, con el fallecimiento de dos personas que iban a bordo, un vecino barbateño y un marroquí. Algunas de las personas que se sientan en el banquillo están imputadas por tráfico de hachís proveniente de Marruecos, otros por cocaína y otros más por blanqueo de capitales.
Ayer, cinco de los veinte acusados llegaron a acuerdos de conformidad con la fiscal con penas que llegan a los tres años y ocho meses de prisión. La primera sesión del juicio, para el que están previstas seis y que empezó a última hora de la mañana, se centró en las cuestiones previas presentadas por las defensas y precisamente en las declaraciones de estos procesados. J.O.F., a quien la fiscal considera jefe de organización de traficantes de hachís, reconoció ser autor de los hechos que se le imputan y dijo que planeó el alijo. Esto a preguntas de la fiscal, porque declinó en su derecho a responder al resto de defensas que le cuestionaron, sobre todo, por si conocía o se había relacionado con sus defendidos. También reconoció los hechos su hermano, quien dijo que estaba a las órdenes del primero.
Antes, alguna de las defensas pidieron la nulidad de distintas pruebas así como la inclusión de otras. Mostraron sus dudas por la custodia de la droga y su posterior pesaje y la mayoría solicitó la nulidad de la escuchas telefónicas en las que se ha basado la investigación policial. Entre otras cosas, al considerar que la primera conversación escuchada, donde se decía literalmente "Está bueno hoy aquí", no tiene suficiente motivación para autorizar el resto de 'pinchazos' de teléfonos. También se pidió el sobreseimiento del caso por considerar que se incluye en otro asunto la declaración de otras dos personas como nuevas pruebas testificales, entre ellas de otro acusado por tráfico en otra causa.
El tribunal no aceptó ninguna al manifestar que no tiene duda de ninguna de las pruebas y dijo además que el procedimiento abreviado que ayer empezó no se iba a convertir en otra instrucción. La fiscal criticó además que la semana pasada fueran entregados un total de 22 documentos nuevos después de dos años que lleva en marcha el proceso.
En las jornadas que quedan de juicio declararán el resto de procesados y se escucharán las distintas cintas de las conversaciones telefónicas, así como a los testigos y los agentes que participaron en la investigación. La Fiscalía pide penas más altas para F.C.M., por jefe de organización de traficantes, a quien imputa también blanqueo de capitales, y a Benaisa Mouis, encargado de la organización en Marruecos, con otras causas pendientes y condenado por la Audiencia Nacional a cuatro años por otro delito.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, la investigación comenzó tras los seguimiento a los acusados I.M.G. y J.O. F., a los que finalmente se les intervinieron los teléfonos.
Ayer, cinco de los veinte acusados llegaron a acuerdos de conformidad con la fiscal con penas que llegan a los tres años y ocho meses de prisión. La primera sesión del juicio, para el que están previstas seis y que empezó a última hora de la mañana, se centró en las cuestiones previas presentadas por las defensas y precisamente en las declaraciones de estos procesados. J.O.F., a quien la fiscal considera jefe de organización de traficantes de hachís, reconoció ser autor de los hechos que se le imputan y dijo que planeó el alijo. Esto a preguntas de la fiscal, porque declinó en su derecho a responder al resto de defensas que le cuestionaron, sobre todo, por si conocía o se había relacionado con sus defendidos. También reconoció los hechos su hermano, quien dijo que estaba a las órdenes del primero.
Antes, alguna de las defensas pidieron la nulidad de distintas pruebas así como la inclusión de otras. Mostraron sus dudas por la custodia de la droga y su posterior pesaje y la mayoría solicitó la nulidad de la escuchas telefónicas en las que se ha basado la investigación policial. Entre otras cosas, al considerar que la primera conversación escuchada, donde se decía literalmente "Está bueno hoy aquí", no tiene suficiente motivación para autorizar el resto de 'pinchazos' de teléfonos. También se pidió el sobreseimiento del caso por considerar que se incluye en otro asunto la declaración de otras dos personas como nuevas pruebas testificales, entre ellas de otro acusado por tráfico en otra causa.
El tribunal no aceptó ninguna al manifestar que no tiene duda de ninguna de las pruebas y dijo además que el procedimiento abreviado que ayer empezó no se iba a convertir en otra instrucción. La fiscal criticó además que la semana pasada fueran entregados un total de 22 documentos nuevos después de dos años que lleva en marcha el proceso.
En las jornadas que quedan de juicio declararán el resto de procesados y se escucharán las distintas cintas de las conversaciones telefónicas, así como a los testigos y los agentes que participaron en la investigación. La Fiscalía pide penas más altas para F.C.M., por jefe de organización de traficantes, a quien imputa también blanqueo de capitales, y a Benaisa Mouis, encargado de la organización en Marruecos, con otras causas pendientes y condenado por la Audiencia Nacional a cuatro años por otro delito.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, la investigación comenzó tras los seguimiento a los acusados I.M.G. y J.O. F., a los que finalmente se les intervinieron los teléfonos.
Fuente: Europa Sur
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