Ya los romanos dejaron 'escrito' en las ruinas de Baelo Claudia, en la localidad gaditana de Tarifa, que el trabajo en al almadraba era una de sus principales actividades económicas. Que cada año, poco antes de la primavera, esperaban el paso de los atunes por el Estrecho para darles captura. Antes de ellos, ya pescaban atunes los fenicios, y los gaditanos han conservado aquel legado de sus antepasados, con la pesca manual de estos túnidos que buscan mejores aguas a mediados del año.
La amenaza de recortes de capturas por parte de la Unión Europea, la competencia con la pesca en otros bancos de atunes de forma no artesanal y el peligro de la especie han hecho tambalear los cimientos de una actividad ancestral, asentada como principal medio de vida de una buena parte de la población de la costa gaditana.
Para Nicolás Fernández, la almadraba va más allá de una mera actividad económica. "Es una forma de vida, de sentir, hasta de hablar", asegura Fernández, quien dirige el grupo de Desarrollo Pesquero Cádiz-Estrecho, desde el que se trabaja por mantener la tradición de la pesca del atún rojo en aguas gaditanas. Para ello, la entidad ha presentado en la Delegación provincial de Cultura Cádiz un informe para que se abra un expediente que concluya con la declaración de las almadrabas de la provincia como Bien de Interés Cultura (BIC), petición que deberá ser evaluada por la Dirección General de Bienes Culturales.
Según este experto, el objetivo es que se protejan las cuatro almadrabas de la provincia, que se reparten en las localidades de Conil, Barbate y Tarifa, y el proyecto se basa en gran parte en el libro 'Surcando el tiempo a la caza del atún en las almadrabas atlánticas del Estrecho'.
En este sentido, ha indicado que, cuando el libro llegó a manos de la Real Academia de Historia de España, ésta emitió un informe el 23 de marzo de 2010 para señalar que el propio libro tenía que llevar a abrir un expediente que solicitara la catalogación de BIC de las almadrabas. Fernández añade que el libro es "el mejor estudio y trabajo de investigación antropológica, relatando toda las historia desde los fenicios" y recuerda, a modo de ejemplo, que la almadraba de Buche, que sigue en funcionamiento, cumple ahora 200 años.
La petición tiene el respaldo inicial de la propia Junta y del Ayuntamiento, que se ha adherido a la petición del citado grupo junto a los consistorios de las localidades afectadas, y del PP.
Fuente: El Mundo
La amenaza de recortes de capturas por parte de la Unión Europea, la competencia con la pesca en otros bancos de atunes de forma no artesanal y el peligro de la especie han hecho tambalear los cimientos de una actividad ancestral, asentada como principal medio de vida de una buena parte de la población de la costa gaditana.
Para Nicolás Fernández, la almadraba va más allá de una mera actividad económica. "Es una forma de vida, de sentir, hasta de hablar", asegura Fernández, quien dirige el grupo de Desarrollo Pesquero Cádiz-Estrecho, desde el que se trabaja por mantener la tradición de la pesca del atún rojo en aguas gaditanas. Para ello, la entidad ha presentado en la Delegación provincial de Cultura Cádiz un informe para que se abra un expediente que concluya con la declaración de las almadrabas de la provincia como Bien de Interés Cultura (BIC), petición que deberá ser evaluada por la Dirección General de Bienes Culturales.
Según este experto, el objetivo es que se protejan las cuatro almadrabas de la provincia, que se reparten en las localidades de Conil, Barbate y Tarifa, y el proyecto se basa en gran parte en el libro 'Surcando el tiempo a la caza del atún en las almadrabas atlánticas del Estrecho'.
En este sentido, ha indicado que, cuando el libro llegó a manos de la Real Academia de Historia de España, ésta emitió un informe el 23 de marzo de 2010 para señalar que el propio libro tenía que llevar a abrir un expediente que solicitara la catalogación de BIC de las almadrabas. Fernández añade que el libro es "el mejor estudio y trabajo de investigación antropológica, relatando toda las historia desde los fenicios" y recuerda, a modo de ejemplo, que la almadraba de Buche, que sigue en funcionamiento, cumple ahora 200 años.
La petición tiene el respaldo inicial de la propia Junta y del Ayuntamiento, que se ha adherido a la petición del citado grupo junto a los consistorios de las localidades afectadas, y del PP.
Fuente: El Mundo
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