jueves, 3 de febrero de 2011

Del cuartel de Barbate a la Fiscalía buscando a su décima hermana

Son nueve hermanos, pero en realidad podrían ser diez. Durante años, habían creído a pies juntillas que la décima hermana, la melliza de Carmen, nacida el 12 de julio de 1967 en la residencia Zamacola, en Cádiz, había muerto efectivamente. Así se lo dijeron a su madre, Francisca Martínez, una barbateña a la que se le adelantó el parto y tuvo dos hijas sietemesinas: Carmen, que pesó poco más de un kilogramo de peso, y la melliza, que dijeron que murió. Francisca, que falleció hace ocho años, se hartó de llorar. Para consolarla, en la residencia le dijeron que mejor que la niña hubiera muerto, porque "estaba malita y no hubiera podido vivir bien". Ella pidió verla y por fin, le enseñaron el cadáver de una niña mucho más grande que la otra que había sobrevivido. "Era una niña muy linda", recuerdan que decía siempre su madre.

A su padre, Andrés, le dijeron que no se preocuparan por nada. Que ellos se encargaban de enterrar a la niña en el cementerio de Cádiz. Y Francisca por fin recibió el alta y se pudo volver a su Barbate natal con la pequeña Carmen. Pero sin ni un solo papel que certificara que había tenido dos hijas y que una había muerto.

Ese había sido el sexto parto de Francisca, que hasta entonces siempre había dado a luz en su casa. Después de eso tuvo tres partos más, hasta contabilizar nueve hijos, cuatro varones y cinco hembras, pero ella siempre tuvo en el recuerdo a esa "niña linda" que Dios se llevó y que le hubiera gustado poder criar.

Cuando empezaron a escuchar los primeros casos, surgieron las dudas. Hace poco, el hermano mayor escuchó un caso muy similar de dos mellizas. Y este domingo pasado, en un reportaje en este diario, aparecía una mujer de 43 años que confesaba haber sido adoptada ilegalmente por su madre, que fingió un embarazo con cojines en su vientre.

Y de la duda, a la certeza. "¿Y si es ella?", se preguntaron. Y dispuestos a averiguar la verdad de lo que ocurrió, por qué a su madre no le dieron documentación alguna y por qué el cuerpo que le enseñaron era tan grande, se han movilizado. Anteayer, se personaron en el cuartel de la Guardia Civil de Barbate, donde interpusieron una denuncia. Y ayer por la mañana, acudieron a este diario para tratar de localizar a la mujer que busca a su familia biológica. Les hubiera gustado venir a todos, a los nueve, pero como los varones trabajan, las hermanas (menos una que ha tenido hace poco un bebé) vinieron hasta Cádiz buscando respuestas. Fátima, Carmen, Ramona y Cándida, 21 años de diferencia entre la primera, la más pequeña y la última, la segunda hija de Francisca, se alternan dando a conocer el posible caso de su hermana, Y posan para la foto por si alguna mujer de 43 años aprecia algún parecido con ellas. Con la melliza, Carmen, y con Ramona, que se parecen al padre. O con Fátima y Cándida, que han salido a la madre. "Por ahí puede estar y creer que mi madre la abandonó. Pero no es verdad. Aquí tiene a una gran familia, un padre, nueve hermanos, sobrinos y hasta dos sobrinos-nietos que están deseando abrazarla", dice la mayor, Cándida. Aunque Fátima se emociona al pensar que su madre "ya no podrá conocerla ".

Aconsejadas por este diario, al mediodía se dirigieron a la Fiscalía de Cádiz para interponer su denuncia. Otra más que se suma a un listado que cada día que pasa se hace más y más grande. Hasta ayer, la última cifra se situaba en 120, según indicó a este diario la isleña Chary Herrera, la primera que denunció y ya convertida en la delegada en Andalucía de Anadir.

Fuente: Diario de Cádiz

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