Que Barbate tiene futuro, un futuro turístico, vinculado con la economía productiva y con la diversificación de su puerto (uno de los más importantes de Andalucía), no se lo creen muchos en estos momentos.
Unos pocos empresarios del pueblo sí lo hacen, y apuestan por lo que viene siendo la innovación, el desarrollo y la investigación. Un buen ejemplo de ello es la empresa LEC, puntera en el sector de la fabricación de lámparas con esta tecnología en Europa.
Casi nadie sabe que esta firma está ubicada en pleno corazón de Barbate. Y es una lástima, porque este tipo de iniciativas, además de generar empleo y riqueza en la ciudad, cambian la tendencia.
Indudablemente el puerto pesquero, deportivo, comercial y de mercancías, es otro de los puntales sobre el que debe crecer Barbate en los próximos años. La inauguración del nuevo varadero hace unas semanas, y el anuncio de la instalación en Barbate de un Puesto de Inspección Fronteriza, abre nuevas esperanzas.
Mientras tanto esas inversiones van cuajando, y llegan los polémicos proyectos hoteleros para el entorno de Trafalgar, la situación económica de los barbateños se convierte en el principal punto débil del pueblo. Con una tasa superior al 30% del paro, una economía municipal endeudada hasta las cejas , y un nivel de inseguridad ciudadana, que aunque ha mejorado sus cifras, sigue siendo elevado, son las ramas que no dejan ver el bosque.
Barbate parece atrapada en el tiempo. La limitación natural que impone el Parque de la Breña y el recinto militar de El Retín son dos de sus grandes taras. Pero también suponen dos de sus principales oportunidades.
Prueba de ello es el auge del turismo naturalista y rural que ha tenido ese entorno en los últimos años. Con un crecimiento ordenado y una regularización acertada de los núcleos de Los Caños o Zahora, Barbate podría convertirse en un puntal de lanza de la provincia a muchos niveles.
Otra cosa es que la población se lo crea. Algunos profesores de institutos de Barbate cuentan anécdotas en las que se ejemplifica muy bien la situación que se vive en el pueblo. «Aquí muchos alumnos tienen hermanos o padres en la cárcel por tráfico de drogas; y no les importa. Saben que es una forma fácil de ganar dinero rápido y los toman como ejemplo».
Fuente: La Voz de Cádiz
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