Cinco hombres en actitud sospechosa, de los cuales uno ya había estado implicado en una reyerta en la que intervino la Guardia Civil de Barbate tan sólo dos días antes. Suficientes indicios para proceder a cotejar sus identidades y registrar el vehículo en el que se encontraban. Poco se podían imaginar los agentes de una patrulla de la localidad jandeña que un servicio rutinario desembocaría en una extraña historia de secuestro y tenencia ilícita de armas.
El pasado lunes, los agentes se disponían a realizar una identificación rutinaria cuando, en el interior del citado coche, encontraron un arma (Blow Magnum modelo 2000) de apariencia real. Fuentes del Instituto Armado confirmaron que están revisando la pistola porque podría haber sido manipulada para que pudiera disparar munición.
Tres de los cinco individuos identificados aseguraron que la pistola pertenecía a los otros dos hombres -Daniel D. R. y Enrique R. N.-. Y además, uno de ellos aseguró que había sido retenido en su casa de Sanlúcar (los cinco individuos son vecinos de esa localidad) y trasladado a la fuerza hasta Barbate en su propio vehículo. Ante esta denuncia, los agentes procedieron a detener a Daniel y Enrique como presuntos autores de una detección ilegal y de tenencia ilícita de armas.
Y además un alijo
Si bien la Guardia Civil ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias de ese supuesto secuestro, los primeros indicios apuntan a que podría tratarse de un conflicto derivado de un negocio de drogas. De confirmarse ese detalle, la veracidad de toda la información aportada por el denunciante podría quedar en entredicho.
Al día siguiente de este servicio, a primera hora de la mañana de ayer (8.30 horas), el Servicio Marítimo de la Guardia Civil interceptaba junto al puente de Barbate una pequeña embarcación deportiva de cinco metros de eslora y equipada con un motor de 60 cv. En la nave había 25 fardos de hachís que pesaron unos 750 kilos. La persona que tripulaba la embarcación fue detenida y al cierre de esta edición estaba siendo interrogada por agentes del Instituto Armado.
Fuente: La Voz de Cádiz
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