viernes, 10 de diciembre de 2010

Diez años de prisión por abusar durante meses de una niña

La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a diez años de prisión al acusado de abusar sexualmente de una sobrina durante meses, desde que ella tenía nueve años de edad hasta que con diez años decidió contarle a su madre lo que le estaba sucediendo. La sentencia considera probado el delito continuado de abuso sexual. El tribunal considera verosímil el testimonio de la víctima, de quien dice que declaró en el juicio con "valor, contundencia, rigor, ejemplaridad y aplomo".

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Manuel Estella, presidente de la Sección Cuarta, condena también al procesado a indemnizar con 12.000 euros a cada uno de los padres de la menor. La resolución no es firme y contra ella cabe recurso ante el Tribunal Supremo. El procesado se encuentra en prisión preventiva. El juicio fue celebrado a puerta cerrada.

Los hechos que la resolución considera probados sucedieron en Barbate en fechas no determinadas con exactitud pero comprendidas entre el verano de 2008 y el mes de abril de 2009. La sentencia explica que el procesado aprovechaba los fines de semana y las vacaciones que pasaba en la vivienda de la familia de su esposa para abusar de la niña. Primero fueron tocamientos y después hubo intentos de penetración.

El acusado amenazaba a la niña con retirarla de la custodia de sus padres y con enviarla a un reformatorio, afirma la sentencia.

El acusado, nacido en 1972, negó que abusase sexualmente de la menor y dijo que no encontraba motivo para que la niña pudiera inventarse la acusación, señala la resolución. A los magistrados les pareció poco convincente esa negativa. Por el contrario, estimaron verosímil la declaración de la menor. Relató con precisión lo que le hacía el procesado, anota el tribunal, dio varios detalles y dijo también que los abusos iban cada vez a más y que no fueron menos de 20 o 30 ocasiones en las que se produjeron. Otros datos periféricos corroboran esa versión, afirma la sentencia.

La madre de la niña explicó en el juicio que un día su hija le dijo que no quería ver a su tío y le contó lo que le estaba ocurriendo. Una psicóloga declaró que la fiabilidad de lo que la menor relata es "máxima y absoluta".

El tribunal estima que los hechos son de extrema gravedad y que fueron realizados con sigilo y con abuso no sólo de la edad de la víctima sino también de la extrema confianza que los padres de la niña tenían hacia el autor.

Fuente: Diario de Cádiz

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