Estaban a punto de casarse, tenían el futuro planificado, contaban ya hasta con una niña. Pero todo se fue al traste en una noche, cuando protagonizaron una violenta pelea el 27 de septiembre del pasado año tras una cena de amigos en casa. Él -Antonio Malia Román- era concejal de Deportes y Juventud en el Ayuntamiento de Barbate, y ella militante de Nuevas Generaciones del PP de la localidad.
Sin embargo, no fueron las diferencias políticas las que estaban detrás de la pelea, sino una discusión doméstica que se les fue de las manos, quizá por los nervios de la cercana boda -que no se celebró-. Ella acabó con varias contusiones; y él, con una brecha en la cabeza, un dedo roto y detenido en el cuartel de la Guardia Civil.
El próximo 12 de enero está previsto el juicio contra ambos por sendos delitos de malos tratos en los juzgados de lo Penal de Cádiz, ya que en el juzgado mixto de Barbate no llegaron se conformaron con la pena de un año de prisión que solicitaba el fiscal para ambos. Fuentes cercanas a la pareja explicaban ayer que se había reconciliado, lo que hace prever que en la vista oral se acojan a su derecho a no acusarse entre sí, lo que motivaría una doble absolución por falta de pruebas.
La jueza barbateña, en todo caso, dictó una orden de alejamiento respecto a los dos jóvenes -él de 31 años y ella de 25-, que les prohibía acercarse a menos de 100 metros el uno del otro. Esto impidió celebrar la boda, que estaba señalada apenas dos semanas después.
Consecuencias políticas
Aunque no cabían lecturas ideológicas en aquella pelea, ésta sí tuvo consecuencias políticas, al menos, para Malia Román, ya que la agrupación provincial del PSOE lo suspendió de militancia y el alcalde Rafael Quirós, le invitó a que entregara su acta de concejal, con la que ejercía además como delegado de Juventud y Deportes en el Equipo de Gobierno. El propio Quirós condenó la agresión públicamente y lamentó la «triste situación» del edil, al que reconoció tener en gran estima.
A pesar de esto, lo cierto es que el joven ha mantenido el cargo de concejal durante al menos dos meses desde que tuvo lugar la agresión mutual. Finalmente renunció al acta en un pleno municipal celebrado a comienzos de diciembre del pasado año. Actualmente, Antonio Malia Román ya no forma parte de la Corporación Municipal, según han confirmado fuentes del Ayuntamiento.
Fuente: La Voz de Cádiz
Vamos, que ha estado cobrando 2.000 euros al mes engañando a todos, cuando supuestamente el Ayuntamiento no tiene para pagar a sus trabajadores ni a la policía. ¡Menudo timo!
ResponderEliminar