La flota de cerco de Barbate puso ayer el punto y final a cuatro años de vigencia del convenio pesquero con Marruecos que ha dejado un sabor agridulce. Si los tres primeros años fueron poco rentables, la tendencia ha cambiado notablemente en el último ejercicio, en el que se han podido recuperar las pérdidas acumuladas. Ahora los armadores y pescadores barbateños confían en una reedición de este convenio, aunque con algunas variaciones. En especial reclaman la posibilidad de poder pescar unas 30 millas más al sur del espacio que han tenido reservado estos cuatro años.
Realmente el convenio pesquero con Marruecos no expira hasta el próximo 27 de febrero, aunque la entrada en vigor a partir de hoy de una parada biológica de dos meses en ese caladero impide el poder seguir faenando.
Ayer llegaron al puerto de La Albufera de Barbate los 17 barcos y los 306 profesionales de la mar que han tenido permiso para poder pescar frente a las costas marroquíes, generando con ello unas ganancias económicas para esta localidad gaditana que ahora seguro que se resentirá. Desde la propia lonja se calcula que la actividad se verá reducida a partir de ahora en torno a un 70%, según apuntaba ayer su director, Juan Antonio García.
La mayor parte de estos pescadores que faenaban en Marruecos pudieron regresar esta pasada madrugada al caladero del Golfo de Cádiz, habida cuenta de que hoy mismo culmina la parada biológica establecida por el Ministerio español de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
El primer barco en regresar ayer a Barbate desde Marruecos fue el Ángel Custodio, patroneado por su propio armador, José Bermúdez. En las bodegas del barco iban 400 cajas de unos siete kilos cada una que salieron a subasta minutos más tarde a un precio que alcanzó los 35 euros y que fue bajando hasta los 33 euros. A este barco le siguió el Carmen y Asunción, que traía otras 250 cajas de boquerones, éstas de nueve kilos, que salieron a subasta entre los 45 y los 42 euros. En cada kilo entraba una media de 60 piezas de boquerones, según apuntó el subastador Andrés Barrera.
De cara al futuro, los pescadores barbateños tienen claro que tienen que volver al caldero marroquí para que esta actividad subsista. "No nos queda otra. Tenemos que volver allí de todas, todas", reflexionaba ayer el armador del Ángel Custodio, José Bermúdez. Tanto él como el presidente d ela Asociación Barbateña de Empresarios de la Pesca (Abempe), Tomás Pacheco, apuestan por una renovación del convenio, aunque con una salvedad: que se les permita pescar unas 30 millas al sur.
Esta petición, apoyada por todo el sector, busca que los barcos barbateños puedan tener como puerto de refugio el de Mohammedia, antiguo Cegala. Ello les garantizaría poder comercializar y descansar antes de regresar.
Hace poco, la consejera de Pesca de la Junta, Clara Aguilera, ya avanzaba el inicio de contactos entre el Ministerio de Pesca español y la Comisaría de Pesca Europea para posibilitar un nuevo acuerdo con Marruecos que de momento no tiene fecha de inicio.
Fuente: Diario de Cádiz
Realmente el convenio pesquero con Marruecos no expira hasta el próximo 27 de febrero, aunque la entrada en vigor a partir de hoy de una parada biológica de dos meses en ese caladero impide el poder seguir faenando.
Ayer llegaron al puerto de La Albufera de Barbate los 17 barcos y los 306 profesionales de la mar que han tenido permiso para poder pescar frente a las costas marroquíes, generando con ello unas ganancias económicas para esta localidad gaditana que ahora seguro que se resentirá. Desde la propia lonja se calcula que la actividad se verá reducida a partir de ahora en torno a un 70%, según apuntaba ayer su director, Juan Antonio García.
La mayor parte de estos pescadores que faenaban en Marruecos pudieron regresar esta pasada madrugada al caladero del Golfo de Cádiz, habida cuenta de que hoy mismo culmina la parada biológica establecida por el Ministerio español de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
El primer barco en regresar ayer a Barbate desde Marruecos fue el Ángel Custodio, patroneado por su propio armador, José Bermúdez. En las bodegas del barco iban 400 cajas de unos siete kilos cada una que salieron a subasta minutos más tarde a un precio que alcanzó los 35 euros y que fue bajando hasta los 33 euros. A este barco le siguió el Carmen y Asunción, que traía otras 250 cajas de boquerones, éstas de nueve kilos, que salieron a subasta entre los 45 y los 42 euros. En cada kilo entraba una media de 60 piezas de boquerones, según apuntó el subastador Andrés Barrera.
De cara al futuro, los pescadores barbateños tienen claro que tienen que volver al caldero marroquí para que esta actividad subsista. "No nos queda otra. Tenemos que volver allí de todas, todas", reflexionaba ayer el armador del Ángel Custodio, José Bermúdez. Tanto él como el presidente d ela Asociación Barbateña de Empresarios de la Pesca (Abempe), Tomás Pacheco, apuestan por una renovación del convenio, aunque con una salvedad: que se les permita pescar unas 30 millas al sur.
Esta petición, apoyada por todo el sector, busca que los barcos barbateños puedan tener como puerto de refugio el de Mohammedia, antiguo Cegala. Ello les garantizaría poder comercializar y descansar antes de regresar.
Hace poco, la consejera de Pesca de la Junta, Clara Aguilera, ya avanzaba el inicio de contactos entre el Ministerio de Pesca español y la Comisaría de Pesca Europea para posibilitar un nuevo acuerdo con Marruecos que de momento no tiene fecha de inicio.
Fuente: Diario de Cádiz
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