martes, 22 de febrero de 2011

Los almadraberos inician las labores con muchas incógnitas

Cuando apenas despuntaban los primeros rayos de sol de ayer lunes, un año más, los trabajadores de las cuatro almadrabas de la provincia de Cádiz daban comienzo a la nueva temporada con los trabajos en tierra, previos al calado de redes.

La actividad en los puertos pesqueros de Conil, Tarifa y Barbate, así como en la zona de la antigua Lonja de este último municipio, unos 400 almadraberos, algunos provenientes de Isla Cristina (Huelva), iniciaban los trabajos de cara a esta temporada que pretende alargarse durante seis meses.

La directora gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba (OPP 51), Marta Crespo, señaló a este medio que “en el día de hoy (por ayer) empezamos los trabajos en tierra” ya que “al ser un arte que se monta y se desmonta en cada campaña, hay que sacar todos los materiales (bollas, anclas, las redes, anclas…) guardados el pasado año”, y es que “en un principio se arma la almadraba en tierra y posteriormente la llevamos hasta alta mar”.

En relación a la incertidumbre que existe alrededor de las cuotas y topes de captura, Marta Crespo comentó que “esta campaña tiene la peculiaridad de que la empezamos con un enorme ejercicio de responsabilidad tanto por parte de los trabajadores como por parte de las empresas” porque “a día de hoy (por ayer) todavía seguimos desconociendo la cuantía del fondo de maniobras que se está negociando con otros países y también desconocemos cómo va a estar dotado el observatorio científico”.

La gerente de la OPP 51 recalcó al respecto que “hablo de responsabilidad porque si no se empezaran en esta semana los trabajos en las cuatro almadrabas (Barbate, Conil, Zahara de los Atunes y Tarifa), se perdería prácticamente la campaña en su totalidad puesto que hay que contar en todas las campañas con los días en los que pueda darse inclemencias clitamotógicas”, “y si hubiese más retrasos por cualquier otro motivo, no podrían estar preparadas las cuatro almadrabas para el paso de los atunes”, ya que la época de pesca comienza a partir de a mediados del mes de abril hasta finales de mayo.

“La decisión de empezar se tomó el pasado viernes”, apuntó Crespo para añadir que “tras varias reuniones con la directora general de Pesca y con el director general de Estructuras y Ordenación, el mensaje que nos transmitieron era de tranquilidad” ya que “nos aseguraron que se estaba trabajando en las cuotas aunque no sepan todavía la cuantía, pero el tema del observatorio científico se aprobará para dos años, mientras que el tema del fondo de maniobra creemos que en esta semana o a principios de la próxima, sabremos la cuantía”.

Confianza en la temporada

Crespo explica que “confiamos, por un lado, en no perder la temporada, y por otro lado, estamos confiados porque no hay motivo para lo contrario cuando sabemos que se está trabajando duro... además es algo muy necesario no sólo para los almadraberos, sino también para toda la comunidad de pescadores, porque se ha demostrado, y el pasado año quedó patente, la importancia que tiene que las almadrabas sean un observatorio científico para conocer fehacientemente la situación del recurso”.

No en vano, Crespo recuerda que “el atún rojo, al ser un recurso que está sometido a un plan de recuperación, a un TAC (total de admisibles de capturas), con repartos de cuotas a cada país, en algún momento tiene que empezar a recuperarse y ¿cómo se sabe esto?... pues precisamente a través de las almadrabas, que tiene mucha servidumbre y que no tiene ‘beneficios’, entre comillas, como tendrían otras pesquerías”.

De hecho, “la almadraba es un arte que está en una cuarta lista, no se nos consideran pescadores, algo que no entendemos… nunca hemos tenido derechos a ayudas como el resto del sector pesquero… de ahí la importancia de que ahora nos estén ayudando, porque entendemos que es legítimo y necesario no sólo para que la almadraba siga existiendo, sino para el resto de los pescadores, porque en algún momento se podrá demostrar que el atún rojo se está recuperando y que el plan de recuperación de 2006 está dando sus frutos”.

Las almadrabas cuentan con unos 400 trabajadores, “además de toda riqueza que genera alrededor”, señala Crespo quien puso como ejemplo el Polígono Industrial de Barbate donde la mayoría de las empresas que se han instalado están relacionadas con la pesca, “y todas tienen entre sus productos el atún de almadraba... es un poco la ‘santoña’ del atún en Barbate”.

Fuente: Andalucía Información

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